El Pollito Pío vuela por las redes sociales, salta de un formato a otro y de momento parece incansable. Es un verdadero producto 2.0 pues picotea en Youtube, blogs, Facebook, es objeto de versiones caseras que se suman a las oficiales, se ha lanzado al merchandising y es ya todo un icono cibernético. ¿De dónde ha salido este pollito?
Para los que no conocen la relevancia del Pollito Pío les diremos que, tras aparecer en la emisora italiana Radio Globo el 18 de Julio de 2012 bajo el nombre de Il Pulcino Pio, se convirtió en canción del verano en Italia y de allí ha ido pasando a muchos otros países como España, Francia, Alemania, Grecia, etc., donde ha sido objeto de nuevas versiones traducidas, incluso de tono político. El vídeo musical -obra de Federico Mancosu- obtuvo 45 millones de visitas durante 2012, ha alcanzado ya su doble disco de platino, tiene canal propio en Youtube y su propia página Facebook que a fecha de hoy alcanza 83.402 “Me gusta”, que son 72.625 en la de Pulcino Pio, 21.282 en la de Le Poussin PIOU Officiel, y un largo etcétera en diversos idiomas y derivaciones.
La canción como tal es de lo más sencillo pues en origen es una pieza infantil. Según parece, fue creada hacia 1985 por el compositor brasileño Erisvaldo Da Silva (O Pintinho Piu), si bien en algún blog hay quien afirma que ya en los 70 existía un disco de vinilo con esta canción. La pieza comienza con un “mi abuelo tenía un pollito… pollito pío…”, y va añadiendo estrofas en las que se van sumando animales de granja cada uno con su onomatopeya respectiva de
gallina, gallo, pavo, paloma, gato, perro, cabra, oveja, vaca y hasta un toro (al estilo de Old McDonald had a farm). La gracia está en ir acordándose de toda la serie, que al ir aumentando se hace cada vez más difícil de cantar, siendo así más un juego que una canción.
La obra original debía ser conocida por los componentes de la cadena italiana Radio Globo Virginia Dantas y Bruno Benvenuto, de raíz brasileña. Así, en la mañana del 18 de Julio de 2012, apareció en Radio Globo la canción en versión italiana cantada por la artista y presentadora Morgana Giovannetti. La letra presentaba dos variantes respecto al original: comenzaba con “en la radio había un pollito…”, y en su final aparecía un tractor que arrollaba al pobre ave. Estos dos elementos actualizaban el contenido insertándolo en el mundo de la radio y dotándole de cierto toque “inquietante”. Por suerte para el pollito -y para nuestras conciencias-, parece que el tractor sólo le produce daños leves pues, al poco tiempo apareció la versión de La Venganza del Pollito Pío contra el tractor.
Cuando un producto nuevo cae simpático al público vale la pena preguntarse los motivos. En el caso del Pollito Pío creo que hay varios componentes que le ayudan. Uno es el de la reminiscencia de otros pollitos o pajaritos como Calimero (otra creación italiana) o el mismo Piolín (Tweety). La estética es muy actual pues utiliza las tintas planas del Manga, renunciando a matices o sombreados y ofreciendo manchas de color muy directas. Los tonos amarillos y los ojos azules repiten los de Piolín, pero con el tamaño grande de éstos se acerca más bien a Bob Esponja, aparte de que el tratamiento de las pupilas con varios brillos recuerde también a los dibujos japoneses. El pico-nariz pequeño recuerda a la gatita Kitty, cuya falta de boca la hace casi inexpresiva permitiendo al espectador proyectar en ella sus propias emociones. El mismo “Pío” aprovecha perfectamente la buena imagen
del “Twitter”, e incluso para España hay otro factor más local como es el que el vehículo que arrolla al pobre pollito sea un “tractor amarillo”, lo que nos recuerda a otra canción del verano de los últimos tiempos.
En definitiva, el Pollito Pío tiene múltiples elementos para haber caído de pie entre nosotros. El que dure más o menos su éxito puede depender de lo que se tarde en encontrarle sustituto como producto de consumo, o de que sus versionadores empiecen a dotarle de contenidos más intelectuales para ampliar sus registros.