repolloEn los años ochenta, España se vio invadida de unas muñecas algo extrañas. No eran especialmente bonitas, ni iban maquilladas ni repletas de complementos de moda. Eso sí, tenían algo simpático con su sonrisa mofletuda, sus ropas de trapo y sus aires de recién venidas del campo. De hecho, se decía que procedían de un repollo. Eran las Cabbage-Patch-Kids, o “Muñecas-Repollo”.

  Los que vivieron aquél momento recordarán que se hizo una verdadera campaña de publicidad para darlas a conocer. Su imagen ciertamente era chocante, pues se alejaba de la típica cara perfecta de muñeca y se acercaba mucho más a un rostro real, el que pudiera tener cualquier compañera de pupitre o de guardería. Sus ganchos diferenciales eran dos: el ser todas ellas ejemplares únicos y el tenerbabyland un nombre asignado con su propio certificado de nacimiento. Este segundo punto fue quizá el que captó la atención de las niñas y sembró una verdadera pasión por conseguir una de estas muñecas -las cuales, dicho sea de paso, no eran nada baratas-. ¿Cómo se llegó a esto?

  La historia de las Cabbage-Patch-Kids es algo diferente a la ordinaria en un juguete. Normalmente, las muñecas son creaciones de jugueteros profesionales con producción más o menos industrial. Sin embargo, las Muñecas-Repollo emergieron en el seno de una empresa de informática (Coleco, Connecticut Leather Company) que en esos momentos producía consolas y video juegos. Coleco había nacido en 1932, dedicada inicialmente a productos de cuero y calzado, pasando después por varios ramos como el de piscinas de plástico. En los años 70, en plena euforia por los video-juegos, se orientó hacia la venta de consolas.

  babyland repolloSin embargo, algo le hizo sospechar que ese mercado sería pronto desplazado por el de los ordenadores personales, y empezó a buscar productos alternativos. Entonces pensó en una muñeca. Así fue cómo, en 1983, lanzó al mercado la muñeca Cabbage-Patch-Kids. ¿De dónde salieron estas muñecas?

  Según se dice, todo empezó en el taller-hospital de un joven de 21 años llamado Xavier Roberts en Cleveland (Estados Unidos) allá por 1976. Roberts se dedicaba a producir a mano, unidad por unidad, toda una gama de muñecos a los que llamaba “Gente menuda”. Se juntó con otros cuatro amigos y transformaron el taller en un hospital de juguetes, el “Babyland General Hospital”. Según parece, algunos de estos muñecos nacían en un repollo y Roberts los cuidaba allí mismo a modo de refugio. El artista conocía cada muñeca por su nombre y como tal preparaba los certificados que acreditaban su identidad diferente a todas las demás.cabbage

  Coleco se interesó por este taller-hospital y a partir de 1983 lo ofreció al mercado. El tipo de mensaje fue lo que caló en los niños: las muñecas nacidas en un repollo necesitaban una familia que las adoptara. Mientras las restantes muñecas suelen ser vistas por las niñas como una hermana, como una amiga o incluso como una hija pero sólo de la niña propietaria, la muñeca-repollo era vista como un ser real que necesitaba ser acogido por toda la familia, pues su principal característica era que había aparecido sin nadie más que la protegiera.

  Por tanto, aquella muñeca supo pulsar el sentido maternal de los más pequeños (principalmente las niñas, pero no sólo). No fue la estética, ni las ”prestaciones” ni lo accesible de su precio, pues nada de esto ofrecía. La Cabbage-Patch-Kids sólo tenía una cosa: permitía a los niños dar todo su amor a alguien que lo necesitaba. Como aviso no está mal.

Un comentario en «Las muñecas Cabbage-Patch-Kids y la magia de la maternidad»
  1. En Wikipedia dice que le Quito la idea a otra mujer que luego hizo jucio por que queria que se le reconozca

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