Ahora que estamos disfrutando del verano, vale la pena recordar a unos personajes que fueron diseñados para cuando aquél terminara y se iniciara la ya clásica vuelta al cole: los Lunnis.

En efecto, fue en un mes de Septiembre, concretamente de 2003, cuando los Lunnis aparecieron en pantalla por vez primera. Eran unos títeres estrafalarios y divertidos. Se asomaban a la televisión con una canción en la que una de ellos –Lupita- decía estar muy cansada y a la que luego acompañaban todos diciendo aquello de “Buenas noches hasta mañana los Lunnis y los niños nos vamos a la cama… …Nos vamos a la cama, nos vamos a la cama hasta mañana…”.

Evidentemente, se trataba de una más de las creaciones televisivas con las que los directores del Ente pretendían ayudar a los padres a reajustar los horarios de sus hijos tras la relajación veraniega. En la mente de todos están otros ejemplos anteriores como los de la Familia Telerín, los Televicentes, Casimiro el rockero… Los ha habido también posteriores pero no han cuajado, lo que demuestra que los Lunnis, a su manera, también calaron en nuestros gustos.

Los Lunnis tenían unos rasgos muy característicos. Procedían de la Luna Lunera y por ello todos sus nombres empezaban por “Lu-“; tenían unos ojos muy vivos y algo desordenados; no solían tener dientes pero en algunos casos como Lucho con su diente lateral tenían mejor dentadura. En general tenían muy buen humor, aunque les nacieron algunos personajes traviesos que buscaban crearles problemas como el Capitán Lucanero o el Conde Ludrácula.

Entre sus creadores podemos destacar a Jaume Copons como responsable de su canción “nos vamos a la cama”, la cual demostró ser todo un acierto. No en vano Copons había colaborado en otras producciones infantiles (Barrio Sésamo) y se había dedicado a escribir cuentos y obras para niños, con cuya experiencia pudo elaborar una canción pegadiza y simpática. La música, precisamente, es uno de los puntos fuertes de este grupo de personajes, pues sus apariciones se acompañaban también de músicos de verdad que hacían de presentadores, como fueron Alex Casademunt o Lucrecia. El primero procedía de la primera edición de Operación Triunfo en la que, aunque resultó eliminado, adquirió una popularidad considerable especialmente entre el público joven. Lucrecia, por su parte, se incorporó con su aureola de cantante cubana absolutamente espectacular y demostró a su vez una gran capacidad para el humor y una verdadera empatía con los niños. Cabe citar otros casos posteriores como el de María Isabel (vencedora del Festival de Eurovisión Infantil de 2004 con Antes muerta que sencilla), y que también grabó canciones con los Lunnis.

Los muñecos tenían una apariencia muy divertida. Uno de los favoritos de los niños era Lucho, diseñado por Joel Calvó, cuyo éxito quizá deba algo a su parecido con Burt Simpson en el color amarillo, ojos saltones, pelo de cepillo, carácter alocado pero no malintencionado…. Con los años se introdujeron algunos cambios, como por ejemplo en las gafas de Lupita, pero en lo básico no se varió la concepción inicial (añadamos que la propiedad de los diseños fue objeto de controversia incluso judicial, lo que quizá motivara alguno de los cambios de imagen). En 2010 pasaron a emitirse en Clan y dejaron de verse en TVE, aunque no por ello los tenemos olvidados. Quizá sea aún pronto para que engrosen las listas de la nostalgia junto a la Cleo de los Telerín o Casimiro y sus versiones por Siniestro Total, pero sin duda alguna conservarán siempre un sector fiel de seguidores, y tarde o temprano los veremos en una serie del estilo “Cuéntame”.