A finales de los años 70 se vivieron en España unos años muy intensos desde el La guerra de papápunto de vista político y social. Fueron los años de inicio de la Democracia, marcados por la Constitución de 1978.

  El tiempo transcurría muy despacio pues todos los días parecía cambiar algo. También la imagen de los niños artistas sufrió mutaciones: en un suspiro se pasó de las imágenes rurales y en blanco y negro de Pablito Calvo, Joselito o Marisol, a los fotogramas en color de otros pequeños actores protagonistas de películas mucho más intelectuales. Fue el caso de Ana Torrent en El Espíritu de la Colmena (1973), o el niño adorable por naturaleza, Lolo García. ¿Quién era este niño?

  Lolo –en realidad, Victor Manuel- se hizo famosísimo por La Guerra de Papá, estrenada en 1977. Era un crío de anuncio, rubio con bucles angelicales, ojos claros, tez rosada y ademanes principescos. Fue elegido por el director Antonio Mercero para protagonizar la versión cinematográfica del libro de Miguel Delibes El príncipe destronado. La obra narraba un día cualquiera en una familia de clase media acomodada, donde el padre era un militar muy conservador y la madre un ama de casa relajada. En el guión figuraban diversos personajes que rodeaban a dicha familia (visitas, servicio, familia…) pero vistas siempre con los ojos de un niño –Quico- que ve cómo la llegada de un hermanito le priva del trono de favorito.

  Lolo GarcíaToda España quedó prendada de la interpretación del niño por su espontaneidad y su encanto irresistible, ayudado por el doblaje de la eterna Matilde Vilariño. Lolo tenía entonces sólo siete años, por lo que prometía una carrera de niño prodigio de varios años más. La película se convirtió en un icono del momento, como pudieron serlo también Fiebre del Sábado Noche, Furtivos o algunas más hoy poco recordadas. La Guerra de Papá fue entendida por algunos como el espejo de una familia tradicional burguesa llamada a desaparecer con la extinción del franquismo. Por ello, frente al personaje almidonado de la madre –Teresa Gimpera- se dio el máximo lucimiento al de la niñera –Verónica Forqué- como alguien con los pies en la tierra y llena de desparpajo.

  En cuanto a Lolo, tras su éxito hizo anuncios, llenó vallas publicitarias y le hicieron entrevistas. Sin embargo, algo no se hizo bien con su carrera quizá por falta de asesoramiento. El siguiente guión ofrecido a Lolo García –a sus padres- fue una historia de Loloun niño-ángel, llamada Tobi. La película no repitió el éxito pues confiando en el tirón del niño se descuidaron el guión y el elenco de secundarios.

  A partir de ahí se apagó la estrella de Lolo García ¿Por qué no progresó? La respuesta es muy sencilla: porque, al parecer, el niño no quería ser actor. Es cierto que hizo alguna película más, como Dos y dos, cinco (1980), Las fantasías de Cuny (1984) o Computrón 22 (1988), aparte de algunos pequeños papeles en televisión o teatro.

  Pero Victor Manuel quería estudiar Ciencias Económicas, como hizo finalmente y a ello se dedica hoy. En ese sentido, debemos alegrarnos de que la historia del Lolo García artista fuera una historia bella pero corta pues, al parecer, él no se sentía nacido para desempeñarla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.